lunes, 26 de abril de 2010


Revelaciones Angelicales – el Evangelio revelado nuevamente por Jesús


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Las Verdades sobre el mundo de los espíritus:

Las esferas de la progresión



Joseph Salyards describe varias experiencias de espíritus, cuando llegan al mundo de los espíritus.

¿Qué hace el espíritu del hombre, cuando abandona su cuerpo físico para siempre? (Juan el Apóstol)

La abuela del Sr. Padgett describe varias esferas y los diferentes géneros de espíritus, que viven en ellas. (Ann Rollins)

El destino del hombre, quien no tiene el Amor Divino en su alma y quien muere solo con al amor natural y la fe en los credos y dogmas de las iglesias. (Jesús)

Por qué Jesús no atiende los campos de batalla, donde existen las escenas de matanza. (Jesús)

La esposa del Sr. Padgett confirma, que era Jesús quien escribió y mostró su gloria.






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Las esferas de la progresión




Joseph Salyards describe varias experiencias de espíritus, cuando llegan al mundo de los espíritus



Yo estoy aquí, Profesor Salyards

Bien, estoy muy feliz y deseo escribirte sobre algunas fases en la vida espiritual, las que observé durante mi progreso.

Me di cuenta de que cuando un espíritu acaba de venir a esta vida, muchas veces se encuentra en una condición de tinieblas, incapaz de comprender donde se encuentra o qué hay alrededor de él; y en muchos casos le toma considerable tiempo, hasta que se dé cuenta de que ya no está en la tierra. Pero en muchos otros casos, la condición del espíritu es diferente, porque parece entender de inmediato su situación y su ambiente. Atribuyo la primera condición mencionada al hecho de que en la tierra, el mortal no tenía creencias definitivas sobre como sería su futura vida, y en muchos casos creía, que el alma iría a la tumba con el cuerpo para esperar el "gran día de la resurrección".

Algunas de las denominaciones religiosas de ustedes predican esta doctrina ahora, y la consecuencia será, que todos los que creen en esta doctrina experimentarán la condición de tinieblas y la falta de conocimiento de la continuidad de la vida, de la que hablé.

La segunda clase de espíritus, o aquellos, que parecen captar en seguida, que habían pasado de la tierra a la vida espiritual, son aquellos, que en la tierra creían que el espíritu, cuando sale del cuerpo, pasaría de inmediato a las esferas celestiales o a lo contrario - me refiero al lugar de los malvados. Yo sé que muchos de esta clase, sólo se dieron cuenta de que se encontraban en el cielo o en el infierno, después de algún tiempo, luego de su entrada en la vida espiritual.

Bien, tan pronto que los espíritus comprendan completamente, que ya no se encuentran en la tierra, comienzan a investigar, donde están. Y muchos de ellos hacen preguntas que indican, que están desengañados, porque no se dan las expectativas que tenían en la tierra. A veces es muy difícil convencerles, que no existen lugares, como los cielos o los infiernos, como las iglesias se los enseñaron; Porque nuestro mundo de los espíritus sí puede ser un cielo o un infierno para ellos, sin embargo, el cielo o el infierno al que esperan encontrar, no hay aquí.

Algunos, por otra parte, no parecen entender que realmente han salido de la tierra, porque dicen, "si hubiéramos dejado la vida de la tierra, nosotros no sabríamos nada. " (Citan a Job y a algunos de los predicadores: "Los muertos no saben nada.")

He estado muy interesado en la observación de estas diversas fases de la creencia y de los pensamientos de los espíritus difuntos. Ahora, todo esto muestra la necesidad absoluta de los mortales, que entiendan las verdades que pertenecen a la vida y a la muerte.

Esto produce un argumento muy fuerte, porqué se debería enseñar el espiritualismo más extensa y seriamente a los mortales; y porqué esa falsa doctrina de aquellos que enseñan, o que el muerto no sabe nada, o que el espíritu del difunto se dirige o hacia el cielo o el infierno, en sentido ortodoxo, deber ser desenmascarada no solamente como falsa sino también como perjudicial para la humanidad.

Qué los creyentes y los maestros del espiritualismo hagan mayores y más poderosos esfuerzos para refutar estas enseñanzas dañinas, y así proporcionarían un gran beneficio a la causa de la verdad y de la felicidad del hombre.

No solamente estoy interesado en estas fases sino también en todas las otras que muestren, que los espíritus, incluso después de darse cuenta, de que todavía viven y tienen que vivir como espíritus, continúan dudando que sus enseñanzas ortodoxas son falsas. Algunos dicen, que todavía pueden regresar nuevamente a su cuerpo y esperar el "gran día de la resurrección" para la salvación. Otros dicen, que pronto verán a Dios, y que él los acogerá en Sus Cielos en donde encontrarán el descanso eterno y la paz, lo que se les enseñó en la tierra. E incluso el malvado mira lleno de pavor, para ver si por si acaso se acerca algún diablo para arrastrarle a los infiernos, donde, se imagina, las más espantosas torturas le esperan.

Por todo esto, puedes entender que los espíritus, quienes conocemos la verdad, tenemos mucho trabajo, para permitirles a estos espíritus obscuros, que entiendan y crean, que sus esperanzas falsas y miedos terribles no tienen ningún fundamento en la verdad y nunca se darán.

Muchos espíritus se dedican a cumplir con esta tarea, y estos espíritus no son necesariamente de la clase suprema; porque muchos espíritus, que ocupan el nivel terrenal y no tienen ninguna iluminación espiritual verdadera, se dedican a este trabajo.

Yo ahora no me afano enseñando a estos espíritus obscuros, para que vean la verdad, porque he progresado a materias más elevadas. Mi misión actual es enseñar las verdades de la vida suprema, las que los espíritus me enseñaron, que habitan en esferas superiores.

Para mí, este trabajo no solamente es interesante, sino también me da la gran felicidad que viene con la comprensión, que he sido el medio para conducir a un espíritu, para que aprenda a amar a Dios y reciba la felicidad, que el Amor de Dios proporciona a los espíritus. Te digo que esta enseñanza es la más magnífica, a la que me he dedicado, en toda mi vida. En la tierra, cuando enseñé y vi la mente joven desarrollarse, encontré mucha felicidad en el convencimiento de que hice algo bueno. Pero aquí, con mis enseñanzas, cuando veo un alma desplegarse, me doy cuenta de que estoy proporcionando el beneficio mayor de todos los beneficios a un espíritu, llevándole a ser uno solo en el Amor con el Padre. Por lo tanto, mi felicidad aquí excede la de la tierra, porque desarrollar el alma es tanto mayor que solamente el desarrollo de la mente.

Mi trabajo no se restringe enteramente a esta enseñanza. También me dedico a asistir a los mortales, para que tengan un concepto verdadero de la vida aquí - quiero decir, la parte espiritual de esta vida. No existe un hombre, que esté enteramente sin influencia del espíritu, sea para lo bueno o para lo malo. Muchos son susceptibles a la influencia de los espíritus malvados, y por esa razón, el trabajo de los buenos espíritus es un tanto más difícil. Hay en la naturaleza del hombre algo, lo que le conduce hacia los pensamientos malvados mucho más fácilmente que a los buenos pensamientos. Esto es un antiguo refrán, yo sé, pero es la verdad. Y el hecho de que se lo ha dicho tan a menudo y por tanto tiempo, no disminuye su importancia como una verdad. Así, mientras los hombres sientan esta inclinación mala en su naturaleza, la lucha entre las influencias buenas y malas será algo desigual. La ventaja con las influencias buenas, sin embargo, es que lo que sugieren es la verdad, que nunca morirá, mientras las sugerencias de las influencias malvadas duran solamente por un tiempo comparativamente corto.

En cuando la materia abandona al espíritu, al que envolvió, este entonces será relevado de muchas de estas tendencias naturales hacia los pensamientos y hechos malvados. Claro que esta separación no convierte a un diablo simplemente en un santo, pero sí le hace tanto más fácil al espíritu, que logre liberarse de muchas de estas tendencias malas, y él resulta más susceptible a la influencia de la verdad y la bondad.

Por esto no debes pensar, que tan pronto como esté en el mundo de los espíritus por poco tiempo, se convierte en un espíritu bueno, porque no es la verdad. Muchos espíritus malvados ya pasan muchos años en el mundo de los espíritus, pero todavía tienen sus pensamientos y los deseos, y todas las cualidades malvadas del odio, de la malicia, envidia, etc. que tenían en la tierra.

Su abandono de la vida en la tierra, no los privó de su voluntad - la fuerza o la potencia mayor, que Dios dio al hombre, excepto el del Amor. Y muchos de estos espíritus rechazan ejercer su voluntad de una manera, que les permita liberarse de estos pensamientos y deseos malvados.

Así ves, sólo el hecho de convertirse en un espíritu, no significa que el mortal se haya convertido en un espíritu bueno y santo. No, me duele decirlo, pero muchos hombres que eran muy malvados en la tierra, siguen malos como espíritus; la felicidad, que piensan tener, es solamente esa felicidad que, como hombres, pensaron experimentar por el ejercicio de pensamientos y de acciones malas.

Con todo, hay un gran hecho redentor conectado con su condición obscura y triste, y ese es: que a la final, siempre cuando Dios así lo disponga, todo mal será desterrado del mundo de los espíritus, y todos los espíritus recibirán esta felicidad, que proviene de una naturaleza libre de pecado y de error - no sencillamente por el decreto de Dios, sino por el hombre, que busca y hace, lo que libera el alma del pecado y del error, y permite que vuelva a la armonía con las Leyes de Dios - igual que la felicidad, me imagino, que Adán y Eva gozaron en el histórico jardín del Edén.

Pero esa felicidad, mientras tiene un carácter que trae mucha alegría y paz, no es la felicidad verdadera, que Dios espera dar a todos sus hijos, que pidan y busquen el influjo del Amor Divino en sus almas.

Hay otra ley del mundo de los espíritus que determina, que ningún espíritu puede progresar jamás a las esferas superiores, hasta que él se dé cuenta de que él debe buscar el Amor y la ayuda del Padre. Puedes decir, que hay muchos espíritus en las esferas superiores, los que nunca han recibido este Amor, y a pesar de eso, han progresado y ahora son espíritus comparativamente felices. Esto es verdad, pero su progreso es simplemente intelectual y moral. Pueden progresar en un grado limitado solamente, y entonces deben parar en su progreso, pues el progreso de la mente y del amor natural tiene sus limitaciones.

Pero ese progreso no es el progreso del que hablo. Este otro progreso es sin limitaciones, y conduce a las esferas sin término, acercándose siempre más a la Fuente de Agua Viva del Padre, de manera que el Amor Divino aumente en magnitud en el alma. Espíritus de estas Esferas Celestiales me lo dijeron.

No abultaré en esta gran felicidad esta noche, porque ocuparía demasiado tiempo y ya estás algo cansado, pero diré que todos los hombres deben buscarla en la tierra y en el mundo de los espíritus. No la tenía en la tierra, sino la encontré cuando vine acá, y ahora la poseo, gracias a Dios y a Su Amorosa Bondad. Ustedes, amigos, todos la tienen, y muchos otros también, demasiado numerosos para nombrarlos.

Voy a terminar ahora, ya que estoy cansado y tu necesitas descansar. Así pues, con todo mi amor y mis mejores deseos, yo soy,

Tu viejo profesor,

Joseph Salyards






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¿Qué hace el espíritu del hombre, cuando abandona su cuerpo físico para siempre?



Yo estoy aquí, Juan el Apóstol

Vengo esta noche para decirte una verdad vital, la que sé, te interesará.

A menudo se hizo la pregunta: "¿Qué hace el espíritu del hombre, cuando abandona su cuerpo físico para siempre?"

Muchos espíritus, yo sé, te escribieron sobre esta materia, y algunos de ellos describieron sus experiencias personales. Sin embargo, en toda la información que recibiste, no se refirió a algunos hechos, y los describiré brevemente.

Cuando el espíritu abandona el cuerpo, sucede la rotura de la cuerda plateada, como se llama, y de tal modo, toda la conexión entre el espíritu y el cuerpo se destruye para toda la eternidad. Nunca más puede el espíritu reingresar en este cuerpo. Y tampoco lo puede otro espíritu, aunque sé, que algunos espiritualistas afirman, que otro espíritu puede habitar en el cuerpo desechado. Pero esto es completamente incorrecto, porque ningún espíritu habita jamás el cuerpo, que una vez fue el hogar de otro espíritu. Y por lo tanto, las afirmaciones hechas por algunos de los hombres sabios del este, que semejante cosa puede suceder, no tienen ningún fundamento en la verdad.

Una vez que la cuerda plateada rompe, ninguna potencia conocida en el mundo de los espíritus, o entre los espíritus de las esferas supremas, puede resucitar este cuerpo y provocar la manifestación de la vida. Por lo tanto, en los milagros relatados en la Biblia, donde se dice, que los muertos fueron resucitados, uno debe entender, que este lazo entre el espíritu y el cuerpo nunca rompió.

En estos días antiguos, como ahora, había personas, las que tenían el aspecto de estar muertas, y en lo que se refiere al conocimiento humano, realmente estaban muertos. Pero estaban realmente en un estado, lo que se puede llamar animación suspendida. Sin señales de vida detectables para los sentidos de los hombres, se pensó que la muerte realmente ocurrió; sin embargo, en ningún caso, cuando resucitaron a los presuntos muertos a la vida, el mortal había muerto de verdad.

Como Lázaro ya te dijo, cuando Jesús le ordenó a que saliera, él no había muerto, y así sucedió con el resto de los presuntos muertos, que fueron llamados a la vida.

Una vez que rompe este lazo, hay ciertas leyes químicos que afectan al cuerpo físico y ciertas leyes espirituales que afectan al espíritu, lo que le hace absolutamente imposible al espíritu, que habite otra vez el cuerpo. Y como te informamos, nosotros todos, los mortales y los espíritus, y los ángeles también, son gobernados por leyes, las que no conocen ninguna excepción y nunca varían en su funcionamiento.

Por eso digo, cuando el espíritu y el cuerpo se separan una vez, eso es por toda la eternidad. El espíritu entonces se convierte en algo aparte, por sí mismo, controlado enteramente y exclusivamente por las leyes que gobiernan el cuerpo espiritual.

Cuando el espíritu entra en el mundo de los espíritus, el alma le acompaña, todavía encerrada en este cuerpo espiritual, y en un cierto grado, controlada por ese cuerpo. El último, en ciertos detalles, también es controlado por el alma.

El cuerpo espiritual no tiene, por sí mismo, la potencia para determinar su propia localización o su destino en lo que concierne al lugar, porque la Ley de Atracción, que rige este particular, opera sobre el alma, y la condición del alma determina la localización de sí misma. Y como el cuerpo espiritual es la cubierta del alma, debe ir a adonde esta Ley de Atracción decreta, que el alma habite.

La mente y las facultades mentales y los sentidos tienen su sede en el cuerpo espiritual, sin embargo, la ley, de la que hablo, no funciona sobre estas facultades. Esto es evidente para cada espíritu, que conoce por la observación así como por la experiencia, que el poder combinado de todas estas facultades no pueden mover a un cuerpo espiritual ni un paso en el camino de la progresión, a menos que esas facultades, por su influencia sobre el alma, causaran un cambio en su condición (y esto puede suceder en la materia de un avance netamente mental o moral).

Así repito, la condición del alma determina el lugar así como el aspecto del cuerpo espiritual. Esta Ley de Atracción es tan exacta que, en su operación, no existe ninguna oportunidad u ocasión para interponerse y colocar el cuerpo espiritual en una localización, donde no debería estar según esta ley.

Así, cuando el cuerpo espiritual entra en el mundo de los espíritus, debe ir y ocupar el lugar, que la condición de su alma encerrada le determina. Ninguna interposición de los amigos del espíritu, o el amor de los padres o del cónyuge o del hijo puede prevenir este destino; aunque por un tiempo, hasta que alma despierte verdaderamente a su condición de la separación de la vida terrenal, esta relación o amigo puede retener al cuerpo espiritual cerca del lugar de su entrada a la vida espiritual, aunque ese lugar sea más hermoso en su ambiente y su felicidad que el lugar de destino. Pero esta situación no dura mucho, porque la ley opera; y cuando el alma alcance la plena conciencia, oye la llamada y tiene que obedecer.

Así ves, los amigos y queridos en la vida de espíritu reciben al espíritu recién llegado con amor, amabilidad y consuelo; pero la despedida tiene que llegar, y cada alma debe encontrar su hogar, como sus propias cualidades lo han determinado. Pero, el consuelo mencionado es verdadero; porque en muchos casos, si no fuese así, el espíritu solo experimentaría miedo y consternación y todas las sensaciones indescriptibles del abandono.

Entonces viene una época cuando cada alma debe estar por sí sola, y darse cuenta en su debilidad o fuerza, que ninguna otra alma puede asumir su dolor o tomar sus cargas o entrar en sus sufrimientos. Y así se cumple el refrán de que cada alma es su propio contador y ella sola es responsable de su propia condición.

Por supuesto en muchos casos los amigos amorosos pueden visitar esa alma en su lugar de existencia, y ofrecen consuelo, ayuda, ánimo e instrucción. Pero en alguno casos, eso no puede suceder porque, como esta alma está expuesta entonces y desnuda, vienen todas sus deformidades y el pecado y las mal cualidades ante ella, y así construye alrededor de sí un muro, para decirlo así, lo que no permite a sus buenos amigos y queridos visitarle. Y así, la gran Ley de Atracción viene en operación otra vez; porque mientras estos amigos elevados no pueden acercarse a esa alma, sin embargo, otros espíritus con el alma y cualidades parecidas pueden llegar a ser sus asociados, y rinden esta ayuda como el ciego puede guiar al ciego en su andar.

La condición antedicha que he descrito, es el destino de algunas almas poco después de convertirse en espíritus, y es deplorable. Y puedes pensar, que esas almas están abandonadas por las influencias amorosas de los espíritus ayudantes de Dios, y dejadas solas en los lugares tristes de sus habitaciones; pero eso no es el caso. Porque se privan de la presencia de los espíritus superiores, sin embargo, las influencias del amor y de la compasión fluyen de estos espíritus, y algún día, serán sentidas por las almas solitarias. Y como estas influencias se sienten, las pobres almas comenzarán a despertar, lo que gradualmente desmoronará la pared de su reclusión, hasta que un día, los espíritus superiores encuentren, que pueden manifestar su presencia a estas desafortunadas.

Además de esto, cada espíritu, no importa cuán caído esté, tiene un trabajo que hacer, aunque este pueda parecer insignificante. Y entre estos espíritus de condiciones similares, alguno tiene un poco más de progreso que los otros. Por una ley, que motiva a los más progresados, ayudar a los de menor desarrollo, a los últimos, se los ayuda con frecuencia que salgan de su situación desesperada.

Ahora, lo que escribí, se aplica, por supuesto, a los espíritus que son malvados y viles y sin ningún desarrollo del alma en cuanto a la bondad. Pero un principio similar entra en las condiciones de todos los espíritus en el nivel terrenal, aunque, cuanto más arriba se encuentran en este nivel, mayores son las oportunidades que ellos hallan de recibir ayuda y progresar.

De estos últimos, y del efecto de los pensamientos mentales y de las cualidades morales sobre la condición y el progreso del alma, le escribiré más adelante.

He escrito mucho por esta noche y, dejándote mi amor y mis bendiciones, te diré buenas noches.

Tu hermano en Cristo,

Juan






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La abuela del Sr. Padgett describe varias esferas y los diferentes géneros de espíritus, que viven en ellas



Yo estoy aquí, Ann Rollins

Bien, mi nieto querido, estoy aquí y deseo escribir un momento esta noche sobre algunas verdades, y mostrarte el funcionamiento del Amor de Dios entre los hombres y los espíritus. He tenido mucha experiencia, aunque no he pasado mucho tiempo en el mundo de los espíritus, como contamos el tiempo (lo que no hacemos, sino utilizo la expresión simplemente de modo que puedas entender lo que quiero decir).

Estoy, como te dije, en la segunda esfera celestial donde están tu esposa y madre también. En esta esfera, todos los habitantes son los espíritus que han sido redimidos por el Amor Divino y la Gran Misericordia del Padre, y por el Gran Don de la Inmortalidad, sobre la que Jesús te escribió la otra noche.

Ahora tengo un desarrollo de tal manera en mi alma, que me doy cuenta, de que formo una parte de la Naturaleza Divina, y que albergo estas cualidades de Su naturaleza dentro de mí, las que me transforman en inmortal, y esta inmortalidad nunca más me puede ser retirada. Y lo que digo aquí, vale para todos los habitantes de esta esfera.

Desde luego, entiendes que existe aún más Amor, que podemos obtener, porque nuestro progreso en el Amor Divino nunca cesa, hasta que lleguemos a la presencia misma del Padre y podamos verle con nuestras percepciones del alma.

No puedes entender posiblemente esta fase, así como ahora estés, pero cuando vengas al lugar, donde yo ahora estoy, entenderás. Y de una manera, incluso es posible que comprendas esto, mientras estés en la vida mortal, pero no en el grado, como lo harás cuando te conviertas en un espíritu y vivas en esta esfera.

Tu madre y esposa ahora tienen esta cualidad de la percepción del alma, pero incluso entre nosotros aquí existe una diferencia en la comprensión de esto. Y me dicen que, de manera que progrese más y reciba más de este Amor, esta percepción del alma llegará a ser más clara y más satisfactoria para mí.

Así, cuando nos oyes diciendo que estamos redimidos y tenemos una parte de la Esencia Divina del Padre en nuestra posesión, tienes que entender, que es una cosa relativa, y que no somos perfectos. Incluso el maestro no es tan perfecto, como Dios es perfecto, como él nos dice. Pero él está progresando en la adquisición de este Amor y en la potencia creciente de esta percepción del alma.

Hasta que alcancemos la Primera Esfera Celestial, no tenemos una cantidad suficiente de este Amor para hacernos participantes de esta Naturaleza Divina del Padre en tal grado, que todos los amores naturales son absorbidos por el Amor Divino; porque todos debajo de esa esfera tienen más o menos del amor natural, lo que los lleva a conservar sus afectos terrenales. Quiero decir, eso lo que tiende a retardar su progreso.

Por supuesto, nuestro amor natural a nuestros parientes o los amigos no nos deja, incluso después de alcanzar las Esferas Celestiales. Pero cuando lleguemos a ser habitantes de estas esferas, no tenemos ningún interés en los asuntos la tierra o su gobierno.

La Séptima Esfera es la que divide esos espíritus, que tienen cualidades simplemente intelectuales o morales desarrolladas en el máximo grado, para decirlo así, de esos espíritus que, además del desarrollo mental y moral, obtienen un desarrollo de sus almas por el Amor Divino del Padre.

Ningún espíritu, que no tenga este Amor, puede llegar a ser un habitante de la Séptima Esfera. Así que, cuando oyes, que cualquiera de tus amigos espíritus o conocidos dice, o cualquier otro espíritu, que está en la Séptima Esfera, sabrás que estos espíritus han recibido el Amor Divino en una cantidad que les falta solo un poquito más para que se les permita entrar en la Primera Esfera Celestial, y que los hace uno solo con el Padre, y por lo tanto, inmortales.

La Sexta Esfera es, donde las cualidades mentales y morales se desarrollan en su más alto grado, y no es necesario para el espíritu, que su alma se desarrolle mucho para transformarse en un habitante de esta esfera. Es decir, es una esfera que se da más especialmente a esos espíritus, que dedicaron más pensamientos a la mejora de sus mentes y de sus cualidades morales, que al desarrollo de sus almas, obteniendo el Amor Divino del Padre. Esta esfera confiere gran felicidad a estos espíritus de la excelencia mental y moral, y es la suprema, que ellos pueden lograr en a su progresión en el mundo de los espíritus.

Por supuesto, estos espíritus pueden también recibir este mayor desarrollo del alma, porque el Amor Divino es gratuito y espera a todos los hijos de Dios. Pero mi observación ha sido que, cuando los espíritus, que encuentran su felicidad en búsquedas puramente mentales o en el desarrollo de sus naturalezas morales, logran entrar en esta esfera, ellos raramente se descontentan lo suficiente con su condición de felicidad, para desear buscar el Camino mayor. De hecho, la mayoría de ellos no creerá, que hay una mayor felicidad a la que puedan lograr, y por lo tanto, una satisfacción paralizante los posee.

Sé que puede ser un poco difícil, que entiendes esta materia, como procuré explicarla, pero lo que he dicho es verdad. En el día de la separación, estos espíritus se darán cuenta del hecho; pero entonces ya será tarde para remediar su negligencia o falta de deseos del alma para su desarrollo, que viene solamente por el influjo del Amor Divino en el alma en suficiente magnitud, y es necesario para permitirles que se conviertan en habitantes del Reino Celestial.

(pregunta: ¿Qué sucede, cuando un espíritu primero entra en el mundo de los espíritus?)

Bien, cuando un espíritu entra en el mundo de los espíritus, su condición del desarrollo mental, moral o espiritual determina, dónde debe vivir primero. En la gran mayoría de los casos, el primer hogar del espíritu es el nivel terrenal; y en ése, existe un número de planos, respectivamente más arriba o más bajos que los otros. Así pues, cuando el espíritu se encuentra en el nivel terrenal, él también hallará que su condición no es muy diferente de lo que era en la tierra. Las mismas ideas de justicia y de injusticia, de la creencia, del afecto y de deseos prevalecen.

A veces, estas condiciones duran muchos años; y otras veces, el cambio vendrá comparativamente pronto. Cuando los espíritus pasan a este lado, este cambio de la condición depende con frecuencia de los amigos o de los parientes, que intentan ayudarles y enseñarles. Si estos ayudantes mismos del espíritu, se desarrollan en la línea de búsquedas intelectuales, se esforzarán más naturalmente para dirigir al espíritu recién llegado a lo largo de las mismas líneas del pensamiento y de las aspiraciones. Asimismo, los ayudantes desarrollados en la moral, pondrán énfasis en las materias de la moralidad para que los nuevos espíritus presten toda su atención a ellas. Y así sucede con los ayudantes espirituales, o los que han recibido el Amor del Padre en sus almas, y para los que ese Amor es lo más importante del mundo de los espíritus entero. Naturalmente, se esforzarán por instruir al espíritu en las materias que pertenecen a este Amor y por su mejor desarrollo.

Así ves, mucho depende de los ayudantes, que el nuevo espíritu encuentra, esperando su advenimiento en el mundo de los espíritus, y de las instrucciones que esos ayudantes del espíritu le proporcionan. Pero más depende de la condición del espíritu mismo. Como he dicho, cuando viene al mundo de los espíritus, el espíritu trae consigo toda sus creencias, deseos y afectos; y estas cualidades respectivas, en un grado más o menos alto, influirán las direcciones de su progreso. Es mucho más fácil influir a un espíritu que, en la tierra, despertó en sí un amor a Dios, incluso en un tan pequeño grado, que le anime a que persiga los pensamientos que lo conducirán por los caminos espirituales, que persuadir a uno, que nunca experimentó este despertar.

Y así con el espíritu que, en la tierra, dedicó sus estudios y pensamientos a las búsquedas mentales a la exclusión de pensamientos referentes a Dios o a las materias religiosas. Ese espíritu será atraído naturalmente por esas cosas, que considera una continuación de sus pensamientos terrenales, o que le permitirán perseguir el desarrollo de esos pensamientos; y por lo tanto son sus "tesoros", los que reciben necesariamente la mayor parte de sus afectos. Y de estos afectos surgirán sus deseos que, a menos que intervenga algo mayor, lo motivarán para seguir el curso de estos deseos.

Y el mismo principio puede aplicarse a cada condición del espíritu: mental, moral, o espiritual.

Ahora a contestar tu pregunta. Ese espíritu, siguiendo la inclinación natural de su condición, como he explicado, se esforzará en su progreso por alcanzar esa esfera, donde se producen las mejores oportunidades para el desarrollo de la fase determinada de su condición, que constituye su móvil principal. Y esto está de acuerdo con una ley espiritual.

El espíritu que desea el desarrollo de sus cualidades mentales, sobre todo buscará naturalmente esa esfera, donde estas cualidades encuentren la mayor oportunidad para su desarrollo. Y así sucede con el moralista y el espíritu del pensamiento religioso.

Ahora, Dios, en Su Gran Sabiduría y Bondad, ha proporcionado estas varias esferas, y las ha adaptado a los propósitos de su creación. Y todos los espíritus tienen la opción, en donde entrar e intentar vivir. Pero, por supuesto, no sólo una esfera de su clase se proporciona, sino que hay varias de su índole, de modo que pueda haber progresión por parte de los espíritus, que experimenten estas varias fases de deseos y de atracciones.

La Segunda, Cuarta y Sexta Esfera están apropiadas para ese espíritu, que tiene más calificación y deseos para adelantar su búsqueda mental y moral, o más bien, para el desarrollo de esas cualidades, las que posee y que pertenecen más a su naturaleza mental y moral.

Por supuesto, en su progreso de la esfera inferior a las esferas superiores respectivas, las que mencioné, los espíritus deben pasar a través de las esferas que intervienen. Pero no rezagan o intentan acomodarse en ellas, o permanecer en ellas para su desarrollo porque, en estas esferas que intervienen, la cualidad, que ese espíritu trata de desarrollar, no recibe mucha atención, y el espíritu no se beneficiaría mucho, permaneciendo en este esfera. Pero el hecho de pasar a través de estas esferas que intervienen, no indica que estos espíritus, en su paso, reciban más amor o desarrollo adicional de sus cualidades del alma en cierto grado, porque lo contrario es la verdad. Así, un espíritu en la Tercera Esfera, poseyendo el Amor Divino, puede tener más desarrollo del alma que otro, que vive en la Sexta Esfera, y no tiene el Amor Divino.

Y por eso, en contraste con la Segunda, Cuarta y Sexta Esfera, las que nombré, la Tercera, Quinta y Séptima Esfera son las que están apropiadas, y preparadas especialmente para los espíritus buscando el desarrollo del Amor Divino en sus almas. Y en estas últimas esferas, el Amor Divino es lo principal que se busca y se obtiene.

Los espíritus de estas esferas pueden tener un desarrollo en sus cualidades mentales y morales igualmente alto, que esos antes mencionados, y con frecuencia incluso los superan; porque con el desarrollo del alma en el Amor Divino (aunque te parezca extraño) viene el desarrollo mental y moral. Pero este desarrollo de la mente no es lo principal que estos espíritus buscan. Con ellos, cada deseo y aspiración se subordina a sus grandes esfuerzos de obtener este Amor Divino en el mayor grado. Continuamente, estos espíritus lo buscan, y nunca se encuentran satisfechos, en contraste a los que buscan simplemente el desarrollo mental y del amor natural.

Como he dicho, más allá de la Sexta Esfera, estos buscadores simplemente mentales o morales no pueden progresar, a menos que busquen el Amor Divino; y en la Sexta Esfera, se alcanza la cúspide de la mente, la felicidad.

La Sexta Esfera es más prolífica en la prueba, en el sentido que muchos más de estos espíritus despiertan a la necesidad de buscar este desarrollo del alma, que los espíritus de cualquiera de las esferas inferiores - porque, después de que algunos de estos espíritus hayan estado allí durante mucho tiempo, comienzan a darse cuenta de esta limitación de su felicidad mental. Y parece raro, con frecuencia su nueva búsqueda se inicia llamando a la memoria los recuerdos de sus días de niñez, cuando se les enseñó y ellos creyeron que Dios los amaba, y que Su Amor era lo supremo del mundo entero. Así, aquí ves ilustrado, de una manera en la que probablemente nunca pensaste, el refrán de Jesús que "si no os volvéis y os hacéis como los hijos, jamás entraréis en el reino de los cielos."

Muchos de estos espíritus no tienen ningún recuerdo de la niñez de esta clase, y después viene el trabajo de los espíritus superiores, que han sido redimidos por este Gran Amor del Padre.

Por todo esto, verás cómo Dios reconoce y respeta el libre albedrío de sus criaturas. Él no las obliga buscar su Amor, sino las esperas hasta que aprendan por su propia experiencia que lo que pensaron una vez, que era todo-suficiente para su felicidad, no es suficiente; y comprendiendo esta insuficiencia, se descontentan; y con el descontento viene el deseo por aprender el gran desconocido buscado que, finalmente, las hace sentir su dependencia de una fuente de la felicidad que no emana de sí mismos.

Así, mi hijo querido, de mi manera imperfecta, he procurado entregarte una descripción de las varias esferas, y su carácter, y el objeto de su creación. Tienes que creer lo que te he dicho, porque es la verdad. Y creyendo, verás la gran ventaja en esforzarse por entrar en las esferas del alma, o los Cielos Divinos; porque haciendo eso, no solamente ganarás el desarrollo de tu alma, sino también el desarrollo de tus cualidades mentales, y tu naturaleza moral también. Y entenderás así la gran expresión en la Biblia: "Más bien, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os Serán añadidas."

Bien, le he escrito una larga carta y debo terminar. Así, con todo el amor de una abuela devota, diré buenas noches.

Ann Rollins






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El destino del hombre, quien no tiene el Amor Divino en su alma y quien muere solo con al amor natural y la fe en los credos y dogmas de las iglesias



Estoy aquí, Jesús

Vengo esta noche para decirte que estás en una condición mejor para escribir, de lo que estuviste por algún tiempo, y pienso que es lo mejor para entregarte un mensaje.

Bien, escribiré sobre el tema: "El destino del hombre, quien no tiene el Amor Divino en su alma y quien muere solo con al amor natural y la fe en los credos y dogmas de las iglesias."

Yo sé, muchos hombres creen que los credos de las iglesias son lo que es necesario para la salvación de la humanidad (yo me refiero al bautismo y la observancia de los sacramento, y a la creencia que el hombre puede salvarse en mi nombre) - que esto es suficiente y todo lo necesario para asegurarse una entrada en el Reino del Cielo. Descansan en esa creencia con las sensaciones del aseguramiento de que no se requiere nada más o que nada debería ser buscado y adquirido de ninguna otra manera. La gran mayoría de cristianos profesos está en este estado de creencia; por lo tanto, el mayor número de la humanidad no entrará en el Reino del Cielo, ni llegará a ser Divino en sus Naturalezas.

Ya te dije, cuál es el futuro de los que poseen esta Naturaleza Divina del Padre, y ahora limitaré mi mensaje al futuro de esta gran mayoría.

Como tal vez sabes, el río nunca puede fluir más arriba de lo que es su fuente, y tampoco puede esta mayoría lograr una perfección y felicidad superior a la que poseía el hombre antes del momento de su caída del estado de su creación perfecta. Por lo tanto, no importa cúan grande sea su progreso en su amor natural, o en sus cualidades morales o mentales, él nunca puede sobresalir al primer hombre creado, como él estaba antes de la caída. Y el único futuro posible para esta mayoría extensa es la condición y el desarrollo, que existió en el hombre perfecto de la primera creación de Dios.

Sé que se dijo que el hombre tiene en sí lo que es una parte de la Divinidad de Dios, y que él puede desarrollar esa substancia Divina por sus propios esfuerzos, hasta que él mismo llegue a ser Divino, y de la Naturaleza del Padre. Pero esto no es la verdad. No es posible desarrollar el Amor Divino, o ninguna Esencia de lo Divino, de algo que no contenga la Naturaleza de lo Divino en sí mismo. En el mundo de los espíritus, y me refiero a las Esferas Espirituales así como Celestiales, rigen leyes; y son tan seguras en su operación como son las leyes del mundo material. Y una ley fundamental es, que de lo semejante solo se puede producir lo semejante, aunque en el mundo físico puede aparecer que un derivado no es como eso, de lo que se derive. Pero esto es solamente la apariencia; porque en la sustancia y la esencia, la semejanza existe y no puede borrarse.

Esto entonces se aplica a la condición verdadera del alma del hombre. Si él tiene solamente el amor natural - el amor creado - el desarrollo de ese amor dará lugar a lo que no puede ser posiblemente mayor o diferente de lo que es solamente el amor natural en sus componentes. Y no importa qué grande llegue a ser la perfección, el elemento Divino está ausente; y todas las limitaciones, que son inherentes en lo creado, todavía continúan formando parte de ese ser, y lo controlan.

Hay un límite para el desarrollo de este amor natural, y para el estado de la felicidad - más allá no le es posible llegar a ese ser. Y ese límite se forma solamente por las cualidades y la excelencia, las que el primer hombre poseyó antes de que él se profanara y se impregnara con el pecado. La mente de ese ser también se limita en el progreso que puede experimentar en la obtención de conocimiento; porque esa mente, siendo el producto de la creación, está limitada por las limitaciones que esa creación impone.

Por eso digo, ese hombre no puede nunca progresar más allá de esos atributos o las cualidades, con las que fue dotado, cuando él era el hombre perfecto, espiritual o mentalmente, a menos que él busque y obtenga el Amor Divino. Cuando los espíritus vienen a escribir, que la vida en este mundo de los espíritus es siempre progresiva, estos espíritus que escriben, nunca alcanzaron este límite, del que hablo; por lo tanto, para ellos, la progresión no parece tener fin. Pero esta creencia es muy benéfica, porque les inspira a que hagan un esfuerzo para progresar.

Hay muchos espíritus en este estado perfecto en la esfera más alta del amor natural o de la mentalidad, pero son los espíritus que han estado en el mundo de los espíritus por un número extenso de años, y son lo que puedes llamar espíritus antiguos. Estos espíritus comprendieron esta limitación, de la que escribo; y pueden cambiar los objetivos de su búsqueda y la fuente de su felicidad, sin embargo, su progreso tiene su fin. Así, un descontento viene a menudo a ellos, seguido por una comprensión de que, arriba y más allá de su esfera, debe haber algo que puede obtenerse, lo que sobrepasa su estado y desarrollo en la perfección.

Como resultado de este descontento, muchos de estos espíritus, en momentos de su malestar, prestan la atención a las sugerencias de esos espíritus que poseen la Esencia Divina y que no encuentran ninguna limitación del progreso; porque estos últimos espíritus siempre están en la esfera suprema de estos espíritus del amor natural perfeccionado, tratando de mostrarles el camino al desarrollo y a la felicidad superior de las Esferas Celestiales.

Puede sorprenderte, pero es un hecho, que estos espíritus del amor natural no escucharán generalmente a los espíritus de las Esferas Divinas durante sus períodos de la progresión, y especialmente como se acercan más a su perfección. En la satisfacción y la felicidad que experimentan en que la progresión, ellos creen que no puede haber otros métodos de progreso más deseables o excelentes de los que están persiguiendo. Y solamente cuando llegan a experimentar el descontento, del que hablo, despertarán al hecho, o consienten a ser despertados al hecho, que puede haber un Camino que conduce a realidades más allá de sus límites del progreso y de la perfección que obtuvieron.

Por eso digo, mientras más avanzado el progreso de estos espíritus, y más se alejan del nivel terrenal, mayor es la dificultad en persuadirles, que existe un estado de perfección y felicidad, que sobrepasa a lo que ellos buscan, y un Camino diferente al camino que ellos persiguen.

Mientras que estos espíritus progresan en su amor natural y en el desarrollo de sus mentes creadas, les llega mucha felicidad y satisfacción. Y en cada etapa del progreso, estas experiencias llegan a tan mayores, que conciben fácilmente, que no puede haber camino superior al que están recorriendo. Por lo tanto, teniendo esa creencia, la dificultad de convencerlas por lo contrario, llega a ser casi insuperable. Por consiguiente, los espíritus de las Esferas Celestiales y ésos de las Esferas Espirituales, los que están progresando en el Amor Divino, dedican la mayor parte de su tiempo y esfuerzos para convencer a los espíritus de estas verdades superiores, mientras estén en el nivel terrenal, y antes de que la felicidad, que menciono, se experimente.

La vida en la tierra y ésa en los niveles terrenales del mundo de los espíritus son los estados, cuando las almas de mortales y de los espíritus tienen las mejores oportunidades para aprender y creer estas Verdades, que les muestran el Camino a la progresión que no conoce límite ni fin. Por lo tanto, se da la importancia, que los hombres conozcan estas Verdades, y los espíritus también, antes de que experimenten la satisfacción y el orgullo, puedo decir, que el avance en el desarrollo de su amor natural y sus cualidades mentales y morales les brinda.

Hasta que venga el día, cuando el Padre retirará al hombre y espíritu el privilegio de obtener este Amor y Esencia Divina, lo que traerá la segunda muerte, estos espíritus y todos los espíritus y mortales, tendrán la oportunidad para buscar y encontrar el camino manera a las Esferas y a la Inmortalidad Celestiales. Pero después de este día, este privilegio ya no existirá. Entonces, esos espíritus y mortales, que no han encontrado y no han seguido el Camino de ese privilegio, serán sólo, y se convertirán en, los seres perfectos, al igual que sus primeros Padres. No tendrán ningún aseguramiento de la inmortalidad, ni de la vida continua, y ese descontento y el deseo por algo desconocido, se adueñará de ellos.

Seguirán siendo solamente los seres creados en cuerpo espiritual, alma y mente. Y como los primeros Padres tenían todas las cualidades, que estos hombres restablecidos tendrán, sin embargo, cayeron, entonces, ¿por qué no puede suceder, que estos últimos también caerán, y que puede llegar un cierto cambio en el espíritu individualizado, que destruirá esa individualidad y la disolverá en sus elementos de la pre-creación?

Ningún espíritu sabe, si ocurrirá ese cambio, que el espíritu perfecto no conserve siempre la misma individualidad, o que no exista la felicidad de ese espíritu por siempre. Y tampoco se conoce por ningún espíritu, si todo continuará como es.

¿Entonces, por qué no deben los hijos de Dios elegir ese curso que conduce a la Divinidad y a la certeza de la inmortalidad y al progreso, más bien, que al que conduce a la limitación en el progreso y en la felicidad, y a la incertidumbre sobre la inmortalidad?

He escrito mucho por esta noche. Volveré pronto. Así, recuerda que te amo, y estoy contigo y intento ayudarte espiritualmente, y que rezo al Padre para que te bendiga.

Buenas noches.

Tu hermano y amigo,

Jesús






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Por qué Jesús no atiende los campos de batalla, donde existen las escenas de matanza



Estoy aquí, Jesús

Desde luego, la escena en la que se me retrata, es una criatura de la imaginación, y tiene la intención de impresionar la creencia o el pensamiento sobre el observador que, debido a mi enseñanza de la paz y buena voluntad hacia el hombre, yo necesariamente tengo interés en todo lo que va en contra de mi enseñanza, y, por consiguiente, que yo estoy presente en el campo de batalla y de la destrucción de la vida humana. (Jesús entregó este mensaje el 2 de Noviembre de 1916.)

Pero te puede sorprender, cuando digo, que no visito esta escena, porque mi misión como espíritu no es ayudar a los que caen en batalla y vienen al mundo de los espíritus como resultado de la destrucción por la guerra y del asesinato del ser humano. Existen muchos espíritus cuyo deber es ocuparse de los espíritus, que son transportados de golpe al mundo de los espíritus, y ayudarles para que lleguen a una comprensión de su condición cambiada, y para conducirles al conocimiento de que ya no son mortales. A estos espíritus, se los designa especialmente para este trabajo, y ellos confortan a los espíritus desafortunados y les ayudan recuperarse del choque de su transformación violenta y repentina.

Este trabajo, como podrías decir, es un trabajo material, que ayuda a estos espíritus, para que lleguen en posesión de sus facultades espirituales, sin consideración de la pregunta, si son aptos para el cielo o para el infierno. Es decir, trabajan para permitirles a estos espíritus, que vengan tan libre como es posible de los terrores que la transformación repentina puede provocar. Este trabajo es necesario, y forma parte del plan del Padre para el bienestar y la felicidad de sus hijos, sin consideración alguna del hecho, si conozcan Su Amor y misericordia o no.

Pero mi trabajo es diferente. Solo trato con las almas de los hombres, sin consideración de su condición espiritual - es decir, de la condición del espíritu como simple espíritu. En el campo de batalla, las almas de los hombres por lo general no están abiertas para la influencia de mis enseñanzas; y mi tarea no está entre los físicamente muertos, sino entre los vivientes, que se encuentran en este estado de equilibrio mental y del alma, que puedan recibir las influencias de mis sugerencias y de mi amor. No, el campo de batalla no es el lugar de mi trabajo, y la matanza de hombres y la carnicería de la guerra no me atraen ni me dan la oportunidad para hacer la gran tarea, a cuyo cumplimiento conduzco a los espíritus, que conocen la realidad y la necesidad de obtener el Amor Divino.

Me interesa la paz de la humanidad y el amor de un hermano hacia el otro, y mis enseñanzas en la tierra y en el mundo de los espíritus se dan para el propósito de llevar a cabo esta paz. Pero las guerras de las naciones o el odio de las batallas nunca resultarán en traer la paz, simplemente por los horrores y la desolación que fluye de estas guerras y batallas. Los hombres pueden pensar que, si la humanidad ve esta destrucción, la mirará con tanto horror y pavor, que las guerras nunca más pueden estallar, y que solo la paz seguirá y permanecerá la herencia de los hombres por siempre. Pero te digo, que están equivocados en eso, porque todo eso se lo olvida dentro de pocos años. Y entonces, porque los corazones de los hombres son los mismos, con todo el odio y la envidia y al ambición, que existía en los corazones y mentes de aquellos responsables por las guerras olvidadas, todo esto se repetirá, y el hecho, que los hombres tienen la misma mente y los mismos deseos carnales, se comprobará.

Mientras los hombres permanezcan en su condición de pecado, y cuentan solamente con lo que algunos llaman la "hermandad del hombre" para frenarles de tratar de satisfacer sus ambiciones o de complacer sus deseos por castigar injusticias imaginarias, las guerras estallarán y los horrores de estos conflictos reaparecerán en la faz de la tierra.

Los hombres gritarán: "¡Paz! ¡Paz!" Pero el mundo no conocerá la paz, y pobres hombres sufrirán la reincidencia de los resultados de la operación de su naturaleza malvada.

Por ende, tal vez entiendes, que no me interesa tanto, que venga la paz al hombre como el resultado de los horrores de la guerra, más me interesa que venga la paz como el resultado de la transformación del corazón y del alma de los hombres del pecado a la pureza - del solo amor natural al Amor Divino. Por que cuando este último Amor esté en las almas de los hombres, dejarán la guerra, y dejarán de satisfacer el odio y los apetitos carnales no por los horrores que pueden acompañar a ellos; sino más bien, será por el amor que existe en sus almas, lo que no permitirá las guerras. El Amor reinará, y los hombres olvidarán el odio y todo lo que ahora forma parte de su existencia misma.

Mi tarea es, cambiar el hombre, del hombre caído en el dueño del Amor Divino. También me esfuerzo para enseñar a los hombres, que en un principio ellos poseían un amor que, en su estado puro, les hubiera alejado de prácticas como el odio y la guerra; y que su única salvación, aparte de la posesión del Amor Divino, consiste en obtener otra vez este amor puro - al amor natural purificado. Pero a algunos les puede parecer raro, es más difícil para un hombre recuperar el estado de la purificación de su amor natural, que obtener esta purificación superior, que llega con la posesión del Amor Divino.

Yo veo, que muchos siglos tienen que pasar, antes de que un hombre llegue a este estado de purificación de su amor natural, lo que le permitiría decir que, por su amor, las guerras ya no pueden volver y la paz tiene que reinar. Por ende, existe la gran necesidad para él que conozca, que sólo con la venida del Amor Divino vendrá también la imposibilidad de guerra y cizaña - en el ámbito individual y nacional.

Así, cuando se escribe o retrata en pinturas, que estoy en los campos de batalla, tratando de mostrar a la humanidad los horrores de la guerra, o que lloro sobre la matanza de hombres, estos escritos o pinturas no trasmiten la verdad.

Mi misión es, alcanzar a las almas de los hombres, como individuos, y dirigirles hacia el Amor del Padre. Y mi llanto o pena ocurre, cuando los hombres no escuchan a la voz, que les llega a todos, y les llama para que rectifiquen su existencia hacia el Padre y la Vida.

Un cuerpo muerto tiene poca consecuencia en comparación con el alma muerta, y existen tantos que pasan al mundo de los espíritus llevando consigo sus almas muertas.

Cuando los cadáveres yacen en el campo de la matanza, yo sé que no hay nada allí que necesite mi ayuda o mi consuelo. En este momento, las almas que abandonan estos cuerpos, no están en condición para escuchar mis consejos o para considerar su futura existencia. Así ves, no hay ninguna razón por la que debería visitar los campos de batalla, o tratar de ayudar a estos espíritus recién nacidos, como podría describirlos.

La muerte física no tiene tanto peso en vista de la eternidad. Yo lo sé, pero para el mortal común, es una de las experiencias más importantes de su existencia, sin embargo, como digo, en comparación, tiene muy poca importancia.

¡Pero la importancia de la muerte del alma, y la gran necesidad de empeñarse por despertar esta alma a la Vida!

Bien, he escrito suficiente ahora, y terminaré.

Veo que tu amigo está contigo, y tengo que decirle que estoy con él muy a menudo, y me alegro que haya resucitado de la muerte a la vida. El campo de batalla, donde él luchó el combate del alma, es mayor y más terrible en su aspecto y evidencias de matanza y destrucción que el campo de batalla, donde ahora se destruyen tantos cuerpos físicos de tantas personas de la humanidad. Quiero decir, que el mundo entero es el campo de batalla de la lucha del alma. Y si los hombres pudiesen ver las resultados de la guerra del alma, como pueden ver los resultados de la guerra, que ahora sacude a toda la tierra, comprenderían que la "gran guerra" no es aquella, que ocasiona que tantas almas muertas entren en el mundo de los espíritus.

Dale mi amor y mis bendiciones. Volveré pronto y te escribiré un mensaje sobre la Verdad.

Así, con todo mi amor y mis bendiciones, yo soy

Tu hermano y amigo,

Jesús






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La esposa del Sr. Padgett confirma, que era Jesús quien escribió



Yo estoy aquí, Tu verdadera y amorosa Helen

¡Qué maravilloso mensaje recibiste del Maestro, y qué serio estuvo cuando te escribió. La gloria de sus facciones nos vislumbró incluso a nosotros, y el amor que parecía poseer su existencia misma, estuvo más allá de nuestra concepción. Ël fue en verdad el muy querido hijo del Padre, y los espíritus presentes fueron inundados por su amor a tal grado, que parecían participar en su gloria. ¡Mi amor, todo es tan maravilloso!

Tu verdadera y amorosa

Helen

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