jueves, 28 de octubre de 2010

SALMO 130 (129) Desde el abismo clamo a ti.














LA BIBLIA - INTRODUCCIÓN


La Biblia no ha caído del cielo. Aquí están libros que no se proclamaron desde las nubes, con algún parlante celestial, sino que se reunieron pacientemente a lo largo de siglos en el seno del Pueblo de Dios, gracias a la fe de sus minorías más conscientes.

Durante unos 18 siglos, desde Abraham hasta Jesús, el pueblo de Israel descubrió, cada vez con mayor lucidez, que el Dios Único se había ligado a él. Las experiencias de la comunidad nacional, los llamados de esos hombres, llamados profetas, que hablaban de parte de Dios, las inquietudes que se desarrollaban entre los creyentes: todo esto pasó de una que otra manera a esos libros. Y fueron los responsables religiosos de Israel los que recibieron, escogieron y acreditaron estos libros, integrándolos al Libro Sagrado.

Así se formó el Antiguo Testamento de la Biblia.Testamento se refiere a que estos libros era como la herencia más preciosa entregada por Dios a su pueblo escogido.

Después de tantas experiencias, llegó para el pueblo de Israel un tiempo de crisis en que Dios quiso llevarlos de una vez a la madurez de la fe. Para eso vino Jesús. Con él se llevó a cabo la experiencia más trascendental de toda la historia. Jesús, sus esfuerzos para salvar al pueblo judío de una destrucción inminente, su rechazo, su muerte y, luego, su Resurrección: ésta fue la última palabra de Dios.

La trayectoria de Jesús originó la predicación de la Iglesia y los libros que en ella se escribieron. Aquellos libros que fueron aprobados por los responsables de la Iglesia pasaron a integrar el Nuevo Testamento.




El Nuevo Testamento comprende:







LOS CUATRO EVANGELIOS. La palabra Evangelio significa la Buena Nueva. Esos son los libros en que los apóstoles de Jesús escribieron lo que habían visto y aprendido de él.




Luego viene el libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, escrito por Lucas, el mismo que escribió el Tercer Evangelio.

Luego vienen más de veinte CARTAS que los apóstoles dirigieron a las primeras comunidades cristianas.




El Antiguo Testamento comprende:







Los LIBROS HISTÓRICOS. Aquí vemos la actuación de Dios para liberar a un pueblo que quier hacer que sea su pueblo. Lo vemos educar a ese pueblo y dar un sentido a su historia nacional. En estos libros se destacan:




El Génesis. El Exodo. El Deuteronomio. Los libros de Samuel.

LOS LIBROS PROFETICOS. Dios interviene en la historia por medio de sus profetas, encargados de transmitir su palabra.

LOS LIBROS DE SABIDURÍA destacan la importancia de la educación y del esfuerzo del individuo para llegar a ser un hombre responsable y un creyente.





Ediciones Paulinas - Verbo Divino




jueves 3 de junio de 2010

SALMO 130 (129)

Desde el abismo clamo a ti.- Salmo de penitencia, pero más que todo, de confianza en Dios.

1 Desde el abismo clamo a ti, Señor,
escucha mi clamor,
2 que tus oídos pongan atención
a mi voz suplicante.

3 Señor, si no te olvidas de las faltas,
¿quién podrá subsistir?
4 Mas el perdón se encuentra junto a ti:
por eso te veneran.

5 Espero en el Señor,
mi alma espera y confía en su palabra,
6 mi alma aguarda al Señor
mucho más que a la aurora el centinela.

7 Como aguarda a la autora el centinela,
así Israel espere en el Señor,
porque el Señor tiene misericordia
y hay en él abundante redención.
8 El Señor dejará libre a Israel
de todas sus maldades.
Publicado por Semillas de Fe



Citas
Blog de Espiritualidad católica


Domingo, 3 de octubre del 2010

Ama lo que Cristo ama en la cruz y desprecia lo que Cristo desprecia en la cruz
Santo Tomás de Aquino dijo que la vida buena es amar lo que Cristo ama en la cruz y despreciar lo que Cristo desprecia en la cruz.

Santo Tomás de Aquino también dijo a su hermana que para alcanzar la santidad sólo necesitábamos desearlo, quererlo… Con la gracia de Dios podemos alcanzar la santidad, no con nuestros méritos, ni con la fuerza de la carne…
Jesús en la cruz es la personificación de Las Bienaventuranzas (*):

Bienaventurados los pobres… Jesús en la cruz es pobre, está desnudo, no posee nada, no puede agarrar nada con sus manos clavadas en una cruz… Los bienes materiales en sí no son malos, debemos tenerlos con desapego, ser libres, que ellos no gobiernen nuestra vida…

Bienaventurados los que lloráis ahora … Qué importa si lloras o estás feliz, desapégate de sentirte bien, de sentirte contento, feliz… Si Jesús hubiera estado apegado a sentirse bien hubiera evitado el inmenso dolor de la cruz, así como hacemos nosotros, que evitamos la cruz, ni siquiera le ayudamos a él a cargar la suya camino al calvario…

Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien… Qué importa que te odien, desapégate de la aprobación de los demás…

Jesús en la cruz ama hacer la voluntad del Padre Celestial.

Jesús en la cruz es el centro de la vida espiritual.

(*)
Las Bienaventuranzas (Lc 6, 12-22)

12 Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios.
13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles.
14 A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé,
15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes;
16 a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
17 Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
18 que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados.
19 Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.

Tomado del taller espiritual “La Bendición Desconocida” del Padre Robert Barron.


El tema central presentado a los espectadores es una apreciación más significativa de la belleza de Jesucristo. Es a través del entedimiento de que en el amor derramado sobre cada uno de nosotros, sanándonos, llamándonos a la Misión por Él, recibimos una inaudita riqueza de bendiciones de parte de Dios.


(*) Is 6, 1-6
1 El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado, y sus haldas llenaban el templo.
2 Unos serafines se mantenían erguidos por encima de él; cada uno tenía seis alas: con un par se cubrían la faz, con otro par se cubrían los pies, y con el otro par aleteaban,
3 Y se gritaban el uno al otro: "Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.".
4 Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que clamaban, y la Casa se llenó de humo.
5 Y dije: "¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahveh Sebaot han visto mis ojos!"
6 Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar,
7 y tocó mi boca y dijo: "He aquí que esto ha tocado tus labios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expiado."








i alma espera en el Señor - Salmo 130 (129)
1 Canto de peregrinación.
1 Desde lo más profundo te invoco, Señor.
2 ¡Señor, oye mi voz!
2 Estén tus oídos atentos
2 al clamor de mi plegaria.
3 Si tienes en cuenta las culpas, Señor,
3 ¿quién podrá subsistir?
4 Pero en ti se encuentra el perdón,
4 para que seas temido.
5 Mi alma espera en el Señor,
5 y yo confío en su palabra.
6 Mi alma espera al Señor,
6 más que el centinela la aurora.
6 Como el centinela espera la aurora,
7 espere Israel al Señor,
7 porque en él se encuentra la misericordia
7 y la redención en abundancia:
8 él redimirá a Israel
8 de todos sus pecados.

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