jueves, 25 de agosto de 2011

Superar la aprobación




La lección es la no-reacción de Moisés durante esos tres meses. Él sabía que necesitar la aprobación de los demás es uno de los venenos más peligrosos para el crecimiento espiritual. A lo largo de su vida, como se demuestra en esta historia, él nunca necesitó de aprobación. De hecho, él disfrutaba la oposición porque él sabía que esto significaba que se estaba acercando más al Creador.


Superar la aprobación


A lo largo de la historia, los kabbalistas han buscado despertar en sus estudiantes la capacidad de liberarse de la búsqueda de aprobación. A menudo, los impulsaban a tomar medidas fuertes para liberar su adicción.

El mismo Moisés fue un modelo de autocontrol y confianza en el Creador. Hay una historia que se cuenta con frecuencia sobre Moisés y la construcción del Tabernáculo. Éste iba a ser el primer lugar en la historia donde el mundo iba a tener acceso total a la Luz. Dios le dio las instrucciones de reunir todo el oro, plata y madera de las posesiones de la comunidad y que esperara las próximas instrucciones.

La comunidad se entusiasmó mucho con la idea de participar en una solicitud divina de esa magnitud, y todos donaron y dieron tanto como pudieron. Pasaron semanas reuniendo y colectando, muchos ofrecieron sus posesiones más valiosas. Todas las horas en vela y energía fueron invertidas en tejer, fundir, construir y medir.

Después, pasaron dos meses y no habían recibido ningún mensaje. Luego, pasaron tres meses. La gente comenzó a dudar y a discrepar. Un espíritu de juicio surgía entre los miembros del grupo, éstos comenzaron a sembrar semillas de miedo y a insinuar que Moisés había desperdiciado el tiempo y el dinero de ellos. Uno a uno, se volvieron contra él, apuntando con un dedo acusador las grandes cantidades de posesiones que estaban en manos de Moisés.

Moisés no dijo nada. He estado estudiando esta historia desde mi infancia y siempre me viene el mismo pensamiento: “¿Por qué Moisés no le pide a Dios un programa de los eventos para que pueda mantener calmada a la gente? ¿Es mucho pedir?”.

Y, sin embargo, cada vez que leo la historia, la respuesta de Moisés es la misma. Nada. Acepta todo: los chismes, las acusaciones y la traición. Él no dice nada.

Finalmente, en el primer día del mes de Aries, el Creador llega y le dice: “¡Ahora es el momento!”. Y Moisés inicia la creación del tabernáculo, el cual pasa a ser el centro espiritual más asombroso para el resto del mundo.

La lección es la no-reacción de Moisés durante esos tres meses. Él sabía que necesitar la aprobación de los demás es uno de los venenos más peligrosos para el crecimiento espiritual. A lo largo de su vida, como se demuestra en esta historia, él nunca necesitó de aprobación. De hecho, él disfrutaba la oposición porque él sabía que esto significaba que se estaba acercando más al Creador.

Los kabbalistas explican que estos tres meses de restricción fue lo que permitió a Moisés canalizar la construcción del tabernáculo.

¿Podemos decir lo mismo sobre nosotros mismos? ¿Crecemos a partir de tales experiencias? ¿O nos retraemos y nos deprimimos?

Cuando permitimos que nuestro trabajo se base en recibir aprobación de alguien más, es difícil sentirse satisfecho.

El mes de Leo es una increíble oportunidad de vacunarnos contra el veneno de la aprobación. Durante este mes, busca situaciones donde eres adicto a la aprobación y ojalá que este ejemplo te sirva de inspiración.

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